Amamantar es natural, pero no siempre es intuitivo, en especial si no existe un buen asesoramiento.
"Antes, mis amigas siempre me decían ‘¡Tiene que doler!’", cuenta Le Nece Nichols, especialista en educación para la lactancia de MLKCH sobre su propia experiencia en amamantar, hace más de 25 años.
¿Qué tenía para decir su médico acerca del dolor? Le Nece hace un ademán con la mano. “Mi médico ni siquiera me habló de amamantar”, recuerda.
Lamentablemente, las historias como la de Le Nece son muy comunes. Las mamás de color muchas veces se ven expuestas a desinformación sobre amamantar y a costumbres culturales que las hacen dudar sobre intentar.
Derribando mitos
“Amamantar no debe doler”, dice Le Nece. “Muchas pacientes acuden a mí creyendo que no pueden producir leche, cuando en realidad tienen los conductos obstruidos, un problema frecuente”.
Estas ideas erróneas son parte de un patrón más grande. Muchos estudios evidencian la notable disparidad en cuanto a amamantar entre las madres blancas y las madres de color. Los niños negros tienen nueve veces más probabilidades de recibir leche de fórmula que sus pares blancos y es mucho menos probable que las mamás negras amamanten en comparación con mujeres de otras etnias.
Para hacer frente a estos desafíos, Le Nece prioriza enseñarles a sus pacientes sobre los beneficios de amamantar: los nutrientes y los anticuerpos que brinda para proteger a los bebés de las infecciones, cómo mejora la inmunidad y lo necesaria que es para un desarrollo sano. Enseña técnicas antiguas, como exprimir con las manos, un método manual útil para las madres a las que les cuesta extraerse o que necesitan aliviar las molestias rápidamente.
Le Nece explicó que el alivio que las mamás experimentan cuando logran extraerse la leche puede sentirse en toda la habitación.
“Me encanta escuchar la alegría de una madre cuando finalmente consigue alimentar a su bebé”, dice con una gran sonrisa. “Escuchas un sonido de sorpresa y entiendes que la emoción la sobrepasa”.
En comunidades como la del sur de LA, la educación estratégica y la participación comunitaria pueden marcar la diferencia para las madres que quieren amamantar por los beneficios que trae para la salud y también por la hermosa experiencia de conexión que puede generar.
Por eso, MLKCH abrió una Clínica de Lactancia en nuestro centro de atención de East Crompton, donde las mamás pueden recibir asistencia para amamantar, educación y acceso a servicios sociales en un entorno cómodo.
“Queremos que amamantar sea accesible para todas”, afirma Le Nece. “Es un regalo, no para un grupo o el otro, sino para todos”.
Un camino excepcional hacia la educación para la lactancia
Le Nece nunca se imaginó trabajando en educación sobre lactancia. Es enfermera, y su primer trabajo fue con adolescentes y deportistas con ansiedad.
Ese primer interés en la salud del comportamiento la llevó a un trabajo de asistencia a pacientes con depresión posparto. Se sorprendió al comprender la importancia de asistir a las nuevas madres en su bienestar mental y emocional, algo que ella misma prácticamente no tuvo al dar a luz a sus hijos.
“Mi médico ni siquiera me habló de la depresión posparto”, cuenta Le Nece.
Le Nece consiguió un título de magíster en psicología y, tras una pausa en su carrera durante la pandemia, regresó a trabajar en atención posparto con una nueva perspectiva.
“Me di cuenta de que necesitaba ofrecerles a mis pacientes otro componente [para su atención]”, explica. “Ahí es cuando decidí combinar la educación sobre salud mental con la asistencia para la lactancia”.
Como especialista en educación para la lactancia en MLKCH, Le Nece habitualmente organiza recorridos informativos por el ala de maternidad y seminarios en los que las madres de esta comunidad pueden recibir asistencia integral sobre para amamantar, tanto en forma virtual como presencial. Otra forma en la que ayuda a mamás que lo necesitan es mediante campañas de recolección de artículos para bebés, en las que ella y su equipo reciben moisés, cunas y coches con poco uso.
“Nunca me imaginé a mí misma en este rol, pero siento como si hubiera encontrado mi vocación”, asegura. “Estoy justo donde debo estar y haciendo exactamente lo que debo hacer en atención médica”.
Atención galardonada
Los esfuerzos de Le Nece y de todo el departamento de maternidad de MLKCH están dando frutos. El hospital ha estado en el “Maternity Honor Roll” de Cal Hospital Compare durante siete años consecutivos. En 2021, MLKCH recibió la designación “Baby-Friendly” (Amigo del niño) de la Organización Mundial de la Salud, un prestigioso reconocimiento del compromiso del hospital con la asistencia para la lactancia y la educación para todas las mamás.
La educación y la asistencia para amamantar de alta calidad brindadas por nuestras especialistas en lactancia es solo uno de los componentes de la atención integral que les ofrecemos a las pacientes que dan a luz en MLKCH. Nuestro departamento de maternidad incluye atención prenatal ofrecida por nuestras parteras y médicos a través de un grupo médico y cuenta con un exclusivo modelo de trabajo de parto y parto liderado por parteras. Nuestra tasa de cesáreas de 2023 fue del 13.1 %, casi la mitad de la tasa estatal (24.6 %) y mucho menor al objetivo de 23.6 % de Healthy People para 2030.
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