Cuando se tiene diabetes, una pequeña llaga puede convertirse en un gran problema. Las heridas difíciles de curar, especialmente en los pies, son una complicación frecuente de la diabetes.
Siga los pasos para prevenir las heridas y ayudar a que se curen. Esto es lo que puede hacer para mantener su piel sana y lucir unos pies perfectos.
Diabetes y llagas en los pies
Las llagas en los pies son más comunes en personas con diabetes. También conocidas como úlceras diabéticas, estas llagas se desarrollan debido a:
- Daño en los nervios: la diabetes puede dañar los nervios, especialmente en los pies y las piernas. Como resultado, es posible que no sienta las ampollas o llagas causadas por golpearse el dedo del pie o usar zapatos demasiado ajustados. Como no siente el dolor, es posible que no se dé cuenta de que hay un problema hasta que se agrava.
- Curación más lenta: la diabetes también puede debilitar los vasos sanguíneos. Ambos factores pueden hacer que las heridas se curen lentamente, lo que aumenta las posibilidades de infecciones y otras complicaciones.
Tratamiento de las úlceras diabéticas
Si tiene diabetes y nota una herida nueva en sus pies o piernas, no intente tratarla usted mismo. Las pequeñas llagas pueden infectarse y crecer, y ser más difíciles de tratar. Visite a su médico de atención primaria o a un podólogo (especialista en pies) para que le ayude.
Los médicos disponen de algunas herramientas que pueden ayudar a curar las úlceras en los pies. Estas incluyen:
- Cuidado de las heridas y los pies: los podólogos y las enfermeras limpian las heridas y aplican vendajes especiales que favorecen la curación.
- Terapia de desbridamiento: este tratamiento elimina la piel muerta y las bacterias para acelerar la curación. El médico puede pedirle que se remoje los pies o que use una solución especial para disolver el tejido muerto de la herida. También puede usar instrumentos metálicos para examinar la herida y eliminar el tejido enfermo.
- Tratamiento con oxígeno hiperbárico: El oxígeno puede ayudar a que su cuerpo sane. El aire que respiramos contiene solo un 21% de oxígeno. Dentro de una cámara de oxígeno hiperbárico, usted está expuesto a 100% de oxígeno a alta presión. El tratamiento ayuda a que el tejido lesionado se repare más rápidamente. También puede ayudar a combatir ciertas infecciones.
- Medicamentos: Su médico puede recetarle antibióticos para tratar infecciones u otros medicamentos para acelerar la curación.
- Descargue el peso: Caminar con una herida puede causar dolor e interferir en la curación. Su médico puede recomendarle que use un yeso o zapatos especiales para aliviar la presión. También pueden sugerirle que use muletas o una silla de ruedas hasta que el pie se haya curado.
Sin embargo, el tratamiento no solo se lleva a cabo en el consultorio del médico. Hay cosas que puede hacer en casa para favorecer la curación:
- Llevar una dieta equilibrada: su cuerpo tiene que trabajar más cuando está curando heridas y combatiendo infecciones. Para ello, necesita mucho combustible. Lleve una dieta nutritiva y balanceada con frutas, verduras, proteínas magras (como pollo y pescado) y cereales integrales (como arroz integral y pan integral).
- Controle el nivel de azúcar en sangre: las heridas se curan más fácilmente cuando el nivel de azúcar en sangre está bien controlado. Siga las recomendaciones de su médico para controlar su azúcar en sangre y evitar que suba demasiado.
Cómo minimizar las cicatrices
Las cicatrices son una parte normal del proceso de curación y no se pueden eliminar por completo. Sin embargo, hay cosas que se pueden hacer para minimizar su apariencia.
- No se demore: cuanto más espere para sanar una herida, más difícil será tratarla. Acuda a su médico tan pronto como note una llaga o un rasguño, antes de que tenga tiempo de crecer o infectarse.
- Siga las indicaciones de su médico: consulte a su médico sobre cómo y cuándo limpiar la herida y cambiar los vendajes. Seguir las instrucciones al pie de la letra ayudará a que la lesión se cure lo más rápido posible y con la menor cantidad de cicatrices.
- Use protección solar: si tiene cicatrices en zonas expuestas, como sus piernas, la luz solar puede oscurecerlas. Una vez que la herida haya cicatrizado por completo, aplique protector solar para ayudar a que se desvanezcan más rápidamente.
Prevención de las heridas en el pie diabético
Muchas heridas se pueden prevenir, incluso si tiene diabetes. Siga estos pasos para mantener sus pies sanos y en buen estado.
- Revise sus pies a diario: acostúmbrese a revisar sus pies cada vez que se duche o se ponga los zapatos. Si nota una llaga que lleva más de uno o dos días, consulte a su médico o podólogo.
- Lávese: lávese los pies a diario con agua tibia. Séquelos bien y aplique crema hidratante para evitar que la piel se agriete. (No aplique loción entre los dedos, ya que podría acumularse humedad y provocar una infección).
- Elija el calzado adecuado: nadie quiere ampollas. Elija calzado que le brinde soporte, que no le apriete demasiado y que no le roce los pies. No camine descalzo. Evite las sandalias u otro calzado abierto que exponga sus pies a rasguños y golpes.
- Deje de fumar: fumar daña los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de sufrir heridas difíciles de curar. Si consume tabaco, consulte a su médico para que le recomiende recursos que le ayuden a dejarlo.
- Acuda a un especialista: las personas con diabetes deben acudir al podólogo una vez al año. Las revisiones periódicas permiten detectar problemas a tiempo, antes de que se agraven. Los podólogos y enfermeros también pueden ayudar con el cuidado regular de los pies, como cortar las uñas y tratar los callos.
Si necesita ayuda, estamos aquí para ayudarle. El Centro Hiperbárico y de Curación de Heridas para pacientes ambulatorios de MLK Community Healthcare ofrece atención avanzada para heridas difíciles de tratar. Llame al 424-338-8936 para programar una cita.