¿Sabía que el sur de LA cuenta con un Centro de curación de heridas y de terapia hiperbárica de vanguardia? En MLK Community Healthcare, utilizamos terapias avanzadas para ayudar a nuestros pacientes a recuperarse incluso de las heridas más graves. Pacientes como Eve White, que sufrió una mordedura de perro tan grave que podría haber perdido una pierna. En cambio, con la ayuda de su atento equipo de la clínica, que incluye podólogos y cirujanos vasculares, ella se está recuperando rápidamente y está en camino a volver a ser una instructora de jiujitsu activa.
"Desde que estoy en la clínica de cuidado de heridas, ellos han sido muy profesionales, muy serviciales y muy amables", dice White. "Estoy agradecida de que hayan estado para ayudarme en mi momento de necesidad".
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No fue simplemente una mordedura de perro. Fue un ataque tan grave que arrancó una gran parte del músculo y los nervios de la pantorrilla y puso a Eve White, una paciente de MLK Community Healthcare, en riesgo de necesitar una amputación.
White, una instructora de artes marciales que dependía de sus piernas fuertes para ejercer su profesión, así como también para cuidar a su hija con necesidades especiales, estaba aterrorizada.
"Esta herida fue muy traumatizante", dice White sobre la mordedura de perro que ocurrió el pasado mes de abril. "Nuestras piernas no son como nuestro cabello. No vuelven a crecer".
La piel alrededor de las heridas graves suele atrofiarse y morir. Sin el cuidado adecuado, puede infectarse. Se necesita un cuidado especializado no solo para evitar que eso ocurra, sino también para devolver al paciente a donde estaba antes de la herida, en el caso de White, dando patadas altas y giros de jiujitsu.
Por suerte, White tenía a su disposición un recurso único del sur de LA: el Centro de curación de heridas y de terapia hiperbárica de MLK Community Healthcare, una clínica de vanguardia dedicada a la curación de heridas persistentes e incluso potencialmente mortales.
El Centro de curación de heridas y de terapia hiperbárica es el único en su clase en el sur de LA. El Centro cuenta con cámaras hiperbáricas, equipos de alta tecnología que bombean oxígeno a los tejidos dañados, lo que acelera la recuperación de incluso las heridas más difíciles de curar.
Al trabajar con un equipo de cuidado especializado, que incluye podólogos y cirujanos vasculares, White observó una mejoría casi inmediata, a medida que los bordes irregulares de la herida de tres pulgadas se cerraban lentamente y la piel muerta se reemplazaba por otra nueva y saludable.
No solo se renovó el cuerpo de White, sino también su espíritu. White dice que estaba deprimida cuando acudió por primera vez al Centro, "sentí que iba a morir".
Pero sus médicos y enfermeras son "muy profesionales, muy serviciales y muy amables", afirma ella. "Ellos me calmaron y me hicieron sentir bien. Me han brindado mucho apoyo".
Al recordar lo sucedido, White dice que, a pesar de que no le desearía este tipo de herida a nadie, ella se siente afortunada.
"Nunca es bueno que te muerda un perro, pero si eso va a ocurrir, ¿qué mejor que el hecho de que tengamos un nuevo Centro de curación de heridas en el sur de LA? Ese es el momento perfecto", afirma. "Estoy muy agradecida de que estuviera ahí para ayudarme en mi momento de necesidad".